Para recordar, para revivir, para
enseñar:
Si hay algo que siempre vas a tener que
recordar es el hecho de que la educación es un derecho. Y es importante, aunque
en Inglés se complique un poco más y no sea tan simple por la barrera que el
manejo de los dos idiomas produce, lograr que tus alumnos puedan pensar
críticamente, romper con ese pensamiento único, terminar con la reproducción y
naturalización de ciertos conceptos que pueden dañar a tus alumnos o
desanimarlos. Ciertas frases como “Los pobres no llegan a la universidad” ó
“Caer en una escuela pública” son peligrosas en cuanto reproducir un
pensamiento que es totalmente falaz y que llevan a la demonización y
discriminación de ciertos sectores.
Debés acordarte que cada alumno, no importa de
donde provenga, que vista, que música escuche, cada uno de ellos debe ser
tratado igual que los otros. Tenés que tratar de acabar con los prejuicios
entre los mismos alumnos y hacia los de afuera; en un mundo que ya castiga y
excluye a los de abajo, enseñar a los chicos y jóvenes que la igualdad es
importante, es esencial. Estamos formando generaciones que hoy en día están
rompiendo con esos conceptos internalizados, que están poniendo en duda ideas
que desde hace años no se ponen en duda o cuestionan, como lo es el aborto
legal, la política, el cambio climático. Falta y mucho. Pero sé que desde mi
lugar voy a tratar de hacer lo mejor para lograr acabar con la desigualdad y
para eso se necesita enseñar la realidad, necesitamos contextualizar. Si hay
algo que me ha enseñado esta materia, es el tipo de educación que NO quiero. No
quiero una educación que perpetúe las injusticias. Es fácil corromperse con el
poder, tomarlo y romper todo alrededor. No quiero eso para mí y no quiero eso
para mis alumnos, sentirme como docente la única que tiene la voz. No es como la
educación debe ser; el escuchar, el apelar, el crear, usar la imaginación debe
ser el objetivo. Enseñar para transformar. Usá la educación como una
herramienta, la más preciada de todas.
Enseñá pero por sobre toda las cosas escuchá,
construí, amá. La carrera que elegiste sabés que conlleva un trabajo dentro y
fuera del aula, sabés que va a ser difícil (bien lo aprendiste en Práctica
Docente pero te llevaste lo mejor de todo, el cariño y las sonrisas de los
chicos). Y sabés que ser docente te va a llevar a ser centro de críticas por
parte de la sociedad, centro de culpas por la situación educativa pero sabé que
para tus alumnos vas a ser el centro de contención, de confianza, de alegría.
Venís de la escuela pública, mirá dónde llegaste. La primera en tu familia en
terminar el secundario, en empezar una carrera. Lo que parecía imposible, está
sucediendo. Y eso tenés que lograr como docente, que sueñen, no les tirés los
sueños abajo, levantalos lo más que puedas.
Agradezco profundamente todo lo visto éste año,
y este blog será un recordatorio de todo aquello que me ha despertado, todo lo
que me perdía por mirar de un sólo lado. Si hay algo que todo lo aprendido
despertó en mí es la empatía y la necesidad de luchar.
Pero lo más importante para recordar es,
Siempre que sientas que la educación está
siendo pisoteada, vendida, salí a luchar por ella, por tus alumnos, por tus
compañeros docentes, por todos y todas. Recordá que un docente que lucha
también está enseñando y más aún, luchá por una educación que enseñe a pensar y
no a obedecer.