sábado, 6 de julio de 2019

Clase 9 - Leyes de Educación





De los hechos más importantes que sucedieron en el siglo XIX se podría destacar la conformación de Estados-Nación alrededor del mundo; para la segunda mitad del siglo en nuestro territorio se había constituido el Estado Argentino, luego de numerosas guerras civiles y posteriores enfrentamientos políticos. Argentina se había consolidado como una nación con una enorme extensión que debía ser puesta en producción, por lo que el país impulsó la inmigración para fortalecer el modelo económico de aquel entonces: el modelo agroexportador.

Con la constitución del Estado Argentino y las olas de inmigración a nuestro país, se encontraban en la necesidad de crear una “identidad argentina” y reproducirla a todos los ciudadanos. La respuesta a esta necesidad, y otras más, se halló en la Educación, en la escuela como un lugar donde se inculcaron el sentimiento patriótico y se instruyó a los jóvenes con el fin de formar a los futuros ciudadanos.

        LEY 1.420 (1884)

Es entonces cómo nace la ley 1.420 de Educación común, gratuita, laica y obligatoria en 1884 bajo la presidencia de Julio A. Roca. El debate previo a la creación de esta ley fue muy intenso, dándose durante el primer Congreso Pedagógico Internacional celebrado en Buenos Aires en 1982, donde el mayor punto de debate fue la laicidad de la educación, si se debían incluir contenidos religiosos o no. Representantes religiosos que eran parte del Congreso Pedagógico decidieron retirarse y finalmente se decidió que el contenido religioso podía ser opcional (con autorización de los padres) y enseñado por fuera del horario escolar.

Entre otras leyes complementarias a la 1.420, una de las más importantes es la Ley Láinez que autorizaba al Consejo Nacional de Educación a establecer escuelas infantiles, mixtas y rurales en las provincias que lo soliciten de acuerdo con el índice de analfabetismo en dichas provincias. Y a causa de esto se establece un doble sistema escolar en cada provincia, uno dependiente de la Nación y otro de la jurisdicción local. Es así como esta ley junto a la 1.420 dejan organizado legalmente el sistema educativo argentino.

      LEY FEDERAL DE EDUCACIÓN - 24.195 (1993)

La década del 90 se caracteriza por el modelo neoliberal adoptado por el gobierno de Carlos Menem. Argentina pasaba por una crisis económica que el gobierno de Alfonsín intentó mitigar, pero sólo empeoró las cosas, culminando en su renuncia antes de terminar su mandato. En este contexto de déficit fiscal, intervienen actores tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial que abogan por el achicamiento del Estado para salir del déficit. El achicamiento del Estado conllevó menos inversión en los organismos públicos, que fueron vendidos a empresas privadas que los “administrarían con mayor eficiencia”.

La educación se comienza a mercantilizar, ya no es vista como un derecho sino como un bien de consumo y se le destina menos fondos. Con la Ley de Transferencia sancionada en 1991, las escuelas secundarias que se encontraban bajo la jurisdicción del Estado pasaron a ser responsabilidad de las provincias, las que se encontraban económicamente destruidas y no podían invertir en educación (las escuelas primarias ya habían sufrido el mismo cambio durante la dictadura militar). Esta descentralización provocó inequidad en la educación puesto que ya no respondían a un criterio en común. Se buscaba disminuir la responsabilidad del Estado como administrador y financiador de la educación pública y, por lo tanto, reducir el gasto público nacional; y por otro lado, se trataba de desarticular los reclamos docentes por salarios y presupuestos.

En 1993 se sancionó la Ley Federal de Educación la cual reorganiza el sistema nacional de educación desde el jardín de infantes hasta el nivel superior.
      Educación inicial: 3 a 5 años (sala de 5 obligatoria).
      Educación General Básica (EGB): a partir de los 6 años hasta los 14 aproximadamente, dividida en tres ciclos de 3 años cada uno.
      Educación Polimodal: 15 a 18 años.
      Educación Superior: Formación profesional y académica de grado.
      Educación Cuaternaria.

Dentro de los puntos centrales se destaca la extensión de la obligatoriedad de 7 años a 10 años de escolarización (sala de 5 años y 9 años de E.G.B), pero aquí nos encontramos con el problema de que no en todos lados se ofrecían los niveles considerados obligatorios. La Ley Federal también se encargó de cambiar el tipo de metodología utilizado en las escuelas y los contenidos que se debían impartir, aunque estos contenidos eran definidos según las necesidades de cada provincia y distrito.

La Ley Federal de Educación se centraba en la eficiencia, equidad, calidad y competividad de la educación basándose en principios empresariales.

Uno de los más grandes problemas de esta Ley es que estaba a disposición de cada provincia si desea aplicarla o no, provocando que hayan distintos sistemas como provincias en nuestro territorio. No solo era la implementación opcional, sino que fue “escalonada”, se vio poco a poco y a distintos ritmos según las instituciones, por lo que esto provocó que existieran distintos regímenes de promoción.

Otras de las leyes sancionadas que provocó disgusto en la comunidad educativa fue la Ley de Educación Superior (1995) en la cual se reflejaban las peticiones del Banco Mundial creando un organismo que dependía del Ministerio de Educación, la CoNEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) que acreditaba y evaluaba las carreras universitarias. Constaba de 12 miembros elegidos por el Presidente de la Nación de los cuales sólo 3 eran representantes de la universidad pública. Esta ley fue rechazada por muchos, docentes y estudiantes, quienes resaltaban el carácter neoliberal expresado en esta ley la cual dejaba la puerta abierta a los arancelamientos de los estudios, y como solía expresar su artículo 2 “El Estado, al que le cabe responsabilidad indelegable en la prestación del servicio de educación superior de carácter público (...)”. La palabra “servicio” ya da a entender la intencionalidad de que la educación debía ser paga.

El no presupuesto a la educación y la negación a una paritaria nacional llevó a los maestros a instalar la conocida Carpa Blanca en el Congreso de la Nación. La protesta duró 1.003 días y la carpa fue levantada luego de la aprobación de la Ley de Financiamiento Educativo impulsada por el presidente de ese entonces Fernando de la Rúa.



      LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN - 26.206 (2006)

A una década de la implementación de la Ley Federal de Educación, sus falencias provocaron la decadencia del sistema educativo llevó a una nueva transformación de la educación para recuperarla. Durante el gobierno de Néstor Kirchner el 14 de diciembre de 2006 el Congreso aprobó la Ley Nacional de Educación.

Para comenzar, hubo una reforma en la organización del sistema educativo y sus niveles:
      Educación Inicial: 3 a 5 años
      Educación Primaria: 6 a 12 años (dos ciclos de 3 años, obligatorio)
      Educación Secundaria: 12 a 18 años (dos ciclos, uno básico, y el otro orientado, obligatorio)
      Educación Superior: No universitaria (educación terciaria) o universitaria.

En el anterior sistema educativo no se consideraba la formación técnica, pero las modalidades que ahora toma en cuenta la Ley Nacional son: Educación permanente de adultos, escuelas bilingües, escuelas técnicas, educación especial, educación rural, educación artística, y la educación en contextos de privación de libertad (en prisión), además de educación domiciliaria y hospitalaria.

La Ley Nacional considera a la Educación como un derecho de todos, y que el Estado debe ser el garante y quien lo financie, estableciendo que el presupuesto no debe ser menor al 6% del PBI (Producto Bruto Interno) del país. El objetivo es construir una sociedad más justa, que respete los derechos y las diversidades de todos los sujetos que la conforman, apelando por la inclusión.

Un aspecto importante de esta nueva reforma es la formación continua de los docentes para asegurar una educación de mayor calidad, con mayor conocimiento teórico desde todos los ámbitos de los sujetos a enseñar.
Entre las leyes complementarias de la Ley Nacional se encuentra la Ley de Financiamiento Educativo (2005) anteriormente mencionada. Esta Ley pretende que el financiamiento a la Educación sea cada vez mayor con el paso del tiempo, iniciando con un 4,6% del PBI en el año 2006, y llegando a un 6% en el año 2010. El gasto en educación se divide entre la provincia y la Nación, aportando la provincia un 60% mientras que el restante 40% lo dispone la Nación.

Otra de las leyes complementarias fue la Ley de Protección Integral de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes sancionada en el 2005, la cual los reconoce como sujetos de derecho y tiene como objetivo la protección integral por parte del Estado de todos los derechos de los niños para que su ejercicio pueda ser pleno, efectivo y permanente.

Una de las leyes más importante es la Ley de Educación Sexual Integral (2006) la cual garantiza el derecho a recibir educación sexual integral en todos los establecimientos educativos (gestión estatal y privada) en los niveles inicial, primario, secundario y de formación docente. Entendiéndose como educación sexual integral a la articulación de aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos.

Como hemos discutido en anteriores entradas, se considera que la educación argentina está pasando por una crisis, a pesar de todos los cambios que se hicieron para mejorar la situación. Una creencia extraña que tenemos es pensar que, al aumentar el porcentaje de dinero invertido en la educación, esto producirá que la calidad de esta mejore, solo por el simple hecho de invertir más. Podríamos pensar que los resultados de las pruebas Aprender nos indican que esta teoría de la inversión no es cierta.


·       PROYECTO ‘‘SECUNDARIA 2030’’

Ante los resultados desalentadores de las pruebas Aprender se desarrolló un proyecto llamado ‘’Secundaria 2030’’ que fue aprobado en el año 2017 para ser llevado a la práctica en el año 2018. Recibió muchas críticas, principalmente por el hecho de que se pretende que los alumnos de sexto año de secundaria tengan prácticas educativas, que aseguran que son distintas a las ¨profesionales¨. Los opositores al proyecto alegan que es una forma de explotación a los estudiantes, haciéndolos trabajar sin recibir una paga. ¿Será esta reforma la que necesitaba la educación para mejorar, o será otro intento fallido?

No hay comentarios:

Publicar un comentario