lunes, 14 de octubre de 2019

Clase 17 - Calidad educativa


¿Qué es calidad educativa?

 “La idea de calidad educativa, en este marco, hace alusión a cómo se lleva a cabo este proceso de formación. Cuando los resultados y los efectos de la educación son valorados de manera positiva por la comunidad, la calidad educativa es alta. En cambio, cuando esto no sucede, la calidad educativa será calificada como baja.”

La calidad educativa es un factor decisivo para los padres al momento de considerar escuelas a las que mandar a estudiar a sus hijos, más allá de factores monetarios, la distancia entre la escuela de la casa, los horarios, y demás cosas; los padres han probado una y otra vez que harán los sacrificios necesarios para brindarle lo mejor a sus hijos, y si una escuela es mucho mejor que otra, harán lo imposible por mandarlos ahí.

Pero… ¿cómo podemos determinar que una escuela es mejor que otra, qué tiene una “mejor” calidad educativa? ¿Qué determina una mayor calidad educativa? ¿Los contenidos? ¿La relación docente-alumno? ¿Las materias que se enseñan en la institución educativa? ¿La infraestructura?

La forma de evaluar el nivel de “calidad educativa” de las distintas instituciones escolares es a través de evaluaciones. Las evaluaciones suelen ser arbitrarias, pues es el docente o una entidad externa a la escuela (en el caso de pruebas tales como las Aprender) quien define que contenido es importante y debe ser evaluado, que respuestas son correctas e incorrectas. En las recientes Pruebas Aprender, con las cuales una de nosotras ha sido evaluada parcialmente, muestran un enfoque en áreas tales como matemática, prácticas del lenguaje, historia y ciencias naturales. Si, el objetivo de estos exámenes era determinar el nivel con el que salen los egresados de secundaria y primaria, ¿pero es ese su único objetivo?

De acuerdo con el texto “Los Condicionantes de la Calidad Educativa” de Daniel Filmus, hay dos visiones de calidad educativa, una tecnicista y otra democratizadora. En la visión tecnicista o elitista, se busca medir la calidad basándose en la competencia, una visión totalmente mercantilizadora de la educación. La perspectiva del mercado aplicada en educación hace que se cree una competencia entre las instituciones, fiel al estilo de oferta y demanda, haciendo que el “cliente” elija la institución basándose en las calificaciones de calidad desde la visión elitista. Ésta concepción de la educación se asemeja a el modelo pedagógico tecnocrático de los años 60’s y 70’s en el cual se aplicaban las bases empresariales dentro de las aulas, los docentes eran meros “operarios” que aplicaban los contenidos prescriptos que contenían primordialmente técnicas estandarizadas y los cuales conducían a la eficiencia; una educación completamente descontextualizada. Ésta perspectiva elitista no toma en consideración la realidad social, económica y cultural de cada alumno, más que igualar, profundiza la desigualdad, ayuda a que se expanda. No busca mejorar la calidad para todos, sólo para algunos.

En cuanto la visión democratizadora, lo que plantea es una perspectiva relacional la cual toma en cuenta las desigualdades existentes y busca la igualdad de toda la población, una educación para todos. En ésta visión se toma en cuenta el contexto y se trata de formar para transformar la realidad de cada uno de los involucrados. El texto realiza un recorrido histórico sobre los distintos sucesos que ocurrieron en Argentina que hicieron que esa idea de una educación para todos, propuesta en la primera Ley de Educación 1.420, se viera reducida a una educación para pocos. Con la dictadura militar ciertos sectores de la población quedaron excluídos del sistema escolar, por supuesto, siempre fueron los sectores más carenciados. El aprendizaje ya no era lo importante a enseñar dentro del aula sino el orden y la disciplina, un espacio en donde el docente era el centro y no había interacción entre ellos y sus alumnos. Este disciplinamiento del sistema educativo provocó desigualdad y terminó con la homogeneización que por años propuso la educación.

"Las decisiones de más alto nivel son políticas y están basadas sobre principios que ya nadie discute y son los de la democratización de la educación. Hay un pedagogo francés, Henry Pena-Ruiz que dice que el problema que tenemos hoy no es la democratización de la escuela sino la democratización de la calidad." (Alicia Camilloni, entrevista Diario La Prensa, 25/3/2018)

Siempre que se habla de calidad educativa, mala calidad educativa, los primeros apuntados y/o acusados son los docentes. Es común leer en los diarios, ver en la tele, personas opinando sobre la situación educativa centrando el debate en lo que los docentes hacen dentro y fuera del aula. La negación hacia los verdaderos causantes de la calidad educativa hace que los docentes sean el objetivo y cuando éstos pelean por sus derechos, como las paritarias, realizando paros y movilizaciones, estas acciones logran la excusa perfecta para aquellos que son los verdaderos culpables de la situación educativa. La falta de inversión, la situación socio-económica hacen que la calidad baje, el contexto repercute fuertemente en la escuela. 

Habiendo dicho todo esto, no significa que estemos en contra de la evaluación del desempeño del sistema educativo, siempre y cuando los resultados obtenidos no sean utilizados en contra de este mismo. Las evaluaciones sirven como una especie de diagnóstico para la reflexión sobre las prácticas y las decisiones que se toman en cuanto a políticas educativas, siempre y cuando las decisiones que se tomen no perjudiquen a las escuelas que, por ejemplo, tienen como resultado una calidad educativa por debajo de otras.

Cuando se inició con las Pruebas Aprender, los resultados en las áreas consideradas de suma importancia llevaron a que se produzca un cambio en los planes de estudio de los profesorados de carreras tales como Prácticas del Lenguaje, Matemática (e Inglés, pero no cuenta como un área fundamental) en un principio. Los cambios son cuestionables, pero se trataron de llevar a cabo con el fin de adaptar el conocimiento a los estudiantes actuales.

Creemos que es momento de dejar de culpar y realmente actuar para que la calidad educativa mejore para todos y todas. Solemos culpar a los estudiantes por su bajo desempeño, su falta de interés por estudiar, o le echamos toda la culpa a los docentes, cuando la culpa la tenemos todos como sociedad, desvalorizando la educación en pos del trabajo con comentarios como “De que te sirve estudiar”, “Si estudias eso, te morís de hambre” “Estudio para que me paguen 2 mangos”, todos tenemos un impacto en la calidad educativa, no solo los actores que están dentro de ella. Por lo tanto, todos debemos hacernos responsables si pretendemos que la educación mejore. 



(Dejamos el link de la nota completa a Alicia Camilloni: http://www.laprensa.com.ar/463118-Hay-que-democratizar-la-calidad-educativa.note.aspx)

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