“Ser responsable es tener que soportar las
consecuencias de un acto, hacerse
cargo
de la obligación de reparar el daño que se ha producido a otro.”
A menudo, los que están fuera del
ámbito educativo desconocen todas las funciones que llevan a cabo los docentes,
y suelen reducirlo a la instrucción cuando en realidad el docente desempeña muchas
más funciones. Es extraño, puesto que siempre que se reconoce la labor
de un docente, se suelen utilizar expresiones tales como “inspirar, despertar o
motivar la creatividad”, se reconoce el afecto y paciencia que le brinda a sus
alumnos, y todo eso no refiere realmente a su capacidad de “enseñar” los temas
dentro de la currícula.
Suele pasar que un docente desempeña
funciones tales como proveer de apoyo psicológico a sus estudiantes, pues
consideran a sus docentes como una persona de confianza que puede aconsejarlos
y ayudarlos; a veces son ellos los que proveen a sus estudiantes de alimentos,
ropa, o materiales para poder estudiar. Acciones que la mayoría de las veces
aquellos “preocupados” por la educación le restan importancia o ignoran por
completo.
“La maestra es como una segunda
mamá” es una frase muy común cuando nos referimos a los docentes,
principalmente las maestras de nivel primario o inicial. Y, como toda mamá,
ellas están a cargo de asegurar el bienestar físico y psicológico de sus
alumnos, esta es una de las responsabilidades que conlleva ser un docente.
Durante la clase de distintos tipos
de “actuación” por los cuales los docentes debían tomar responsabilidad por su
mal accionar o falta de accionar, siendo el caso de que el daño no fuese
causado por éste, sino sus estudiantes:
Negligencia:
El docente actúa con negligencia cuando no toma todas las precauciones
necesarias para evitar cualquier tipo de accidente, y en el caso de hacerlo, no
es suficiente.
Imprudencia:
En este caso, el docente actúa despreocupadamente, quizás por una alta
confianza al ser algo rutinario, y realiza una acción que perjudica a los demás
o a sí mismo.
Impericia:
Para este caso, el docente no está capacitado para la tarea que está llevando a
cabo.
Dolo:
El accionar es intencional, con el objetivo de dañar al otro.
Pensemos en esta situación: Si un
profesor de educación física lleva a sus estudiantes al campo de
deportes/gimnasio y les pide que comiencen a ejercitar, a hacer gimnasia
artística sin la seguridad que proporcionan las colchonetas, estaríamos
hablando de un caso de negligencia o de imprudencia? Podría ser negligencia,
porque el profesor decide no sacar las colchonetas (sea por las razones que
sea), así que no toma las precauciones necesarias; pero también podría ser
imprudencia, sus estudiantes pueden haberlo convencido de que no los
necesitaban, y el profesor cedió a sus demandas sabiendo el nivel que tienen,
confiando que no pasara nada.
Una situación que se mencionó
durante la clase le recordó algo a una de nosotras.
(Victoria) Mi madre es maestra de primaria, y como se mencionó durante la clase, en primaria uno tiene que esperar a que los padres vengan a buscar a sus hijos, a menos que la escuela ya esté notificada de que se puede retirar por su cuenta. En el caso de que los chicos no sean retirados, su maestro a cargo debe esperar en la institución hasta que sea retirado, y en ninguna circunstancia debe llamarse a la policía como si fuera una clase de “Remis” para alcanzarlo hasta la casa, lo cual me llamo la atención porque una vez llamaron a la policía para llevar a uno de los estudiantes.
Fue en un dia lluvioso, y sucedió que uno de sus estudiantes no había sido retirado por la madre, quien alegaba de que estaba todo inundado por su casa y era imposible salir. Pasaron casi 2 horas hasta que la directora decidió llamar a la comisaría y mi madre acompañó a su estudiante en el patrullero. Al llegar a la casa, las calles estaban vacías, no había agua por ningún lado. Una prima del estudiante se acercó al verlo bajar, y le avisó de que la madre se encontraba en la pizzería a una cuadra, junto con sus tíos. La madre del chico no quería buscar a su hijo, incluso en una ocasión insistió con que dejaran que su hijo regresara por su cuenta, o en todo caso que le pagaran el Remis, llamar a la policía era la única opción en ese caso. Entiendo que la idea era no utilizar a la policía como si fuera un remisero más, o que se delegara la responsabilidad de cuidar del chico. En este caso, mi madre no delegó, sino que acompañó hasta la casa a su estudiante, “escoltada” por la policía.
La responsabilidad no solo se trata
sobre responder en casos de accidentes provocados por los docentes o sus
alumnos, sino también se trata de velar por el bienestar de sus alumnos. En
caso de que un docente perciba algún signo de que sus alumnos están sufriendo
abusos, deben responder notificando a las autoridades del colegio y el
gabinete pedagógico, si existiese en la escuela. Aun si la problemática no se
puede resolver por la intervención de los docentes, es mejor notificar a
alguien para estar al tanto, que ignorar lo que está sucediendo.
Como dijimos al inicio, ser docente
no es solo pararse en frente de un grupo, escribir en una pizarra, enseñar. Es también
cuidar de sus estudiantes en todo momento, estar ahí presentes para brindarles
apoyo, funciones que los padres tanto exigen de nosotros, y a la vez ignoran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario